jueves, 3 de julio de 2008

Carta abierta a la Sra. Presidente, Dra. Cristina Fernández de Kirchner

De mi consideración y con el mayor respeto:

No me mueve la intención de molestarla, ni criticarla. Sé que el sujeto y el agente de la historia es el hombre, por lo tanto falible, pero perfectible. Tampoco me anima obtener notoriedad o canonjía alguna. Mi vida está hecha. Trabajé 43 años para formar a los hijos de otros. Ahora sigo trabajando por mis hijos y por mis nietos.

Soy un argentino nacido en 1939 que comenzó a trabajar en 1958, mientras simultáneamente estudiaba en la nunca superada Universidad Estatal Argentina (1958-1967). A los 69 años sigo trabajando, aunque soy docente jubilado. Precisamente estaba rasqueteando y pintando puertas y ventanas cuando escuché su discurso del 18.06.2008. No tuve el privilegio de escucharla exclusivamente y en forma presencial. El presupuesto no me lo permite.

He aquí mis reflexiones acerca de su discurso del 18 de junio de 2008.

Democracia representativa versus democracia directa:

Me sorprendió que Ud. le diera prioridad a la democracia indirecta o representativa en desmedro de la democracia directa, al descalificar a los dirigentes ruralistas, alegando que nos los votó nadie.
Señora, Ud y yo tuvimos el privilegio de estudiar Derecho Constitucional en la Universidad Nacional de la Plata; por lo tanto, debo suponer que allí le enseñaron que la democracia directa es un estadio superior a la indirecta y representativa que es del S. XIX. De una persona preparada como Ud. esperaba que admitiera que la democracia directa es un estadio superior, al que debiéramos aspirar si queremos progresar.
Al respecto, el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, cometió otro gravísimo error conceptual, el miércoles 2 de julio de 2008, en La Plata, al recibir la distinción de ciudadano ilustre de la Provincia de Buenos Aires, cuando expresó que “no hay verdadera democracia sin república”. ¡Craso error! Cualquier persona, medianamente informada sabe que desde Aristóteles hay formas de gobierno puras o deseables (Monarquía, Aristocracia y Democracia) y formas impuras o indeseables (Tiranía, Oligarquía y Demagogia). Hoy, debemos agregar, entre las formas indeseables, las siguientes: Plutocracia, oclocracia xirystocracia, kakistocracia, kleptocracia y aritmocracia. De hecho, las mejores democracias del mundo conviven con la forma de gobierno monárquica: Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica e incluso España, etc. (¡Ojalá en Argentina disfrutáramos de la democracia y del genuino progreso que tienen los primeros tres países, en donde no existen los pobres, pero tampoco hay ostentación obscena de riqueza como en otros países capitalistas, incluso el nuestro). Hay otros modelos o estilos de vida para imitar más allá del nuestro.
Favorezca el vecinalismo (las ciudades y los pueblos que los gobiernen los vecinos; de las provincias y de la nación que se ocupen los políticos) y el cooperativismo en todo el país.


De la Argentina del Centenario a la del Bicentario

La felicito que para el 2010 aspire a superar a la Argentina del Centenario. No será fácil lograrlo, no porque dude de su capacidad y buenas intenciones, sino porque será difícil recuperar los lugares a que nos llevaron las Generaciones del ’37 y principalmente la del ’80: La Argentina era una nación pobre, periférica y casi desconocida en 1880 y en 1916 ocupábamos el 7º lugar en el mundo y primero en Latinoamérica. En 1880 exportamos 9.700.000 pesos oro y en 1916: 110.000.000 (¡once veces más!). En 1880 teníamos 2.500 Km. de vías férreas en funcionamiento, en 1916: 34.000 kms. en pleno funcionamiento y comunicando al país, generando pueblos y comunidades prósperas (Hoy hay 8.000 kms. y funcionan 5.000. La mayoría no trasporta personas). ¿Qué lugar ocupa hoy Argentina? No me quiero detener en el último informe de Transparency Internacional (que no puede ser sospechada de derecha). En 1910 el mundo occidental tenía dos metas culturales y educativas: París y Buenos Aires (¿Hoy? Una educación formal devastada e inútil). Mas adelante llegamos a tener una buena industria liviana o mediana Lamentablemente, los gobiernos que se sucedieron entre 1930 hasta la actualidad (con pocas excepciones), muy lenta, pero sistemáticamente, destruyeron la Argentina del Centenario. Es cierto que había una mala distribución de la riqueza, pero había trabajo y movilidad social. Tuvimos una inmigración de calidad no por la educación formal, sino por la adhesión a la cultura del esfuerzo y del trabajo y no del facilismo y de la dádiva. Vinieron los inmigrantes porque se morían de hambre en Europa o por las guerras .o por las persecuciones ideológicas, y, aunque engañados por los gobiernos argentinos que no cumplieron lo prometido, se “arremangaron” y transformaron el país en lo que fue hasta mediados del S.XX. Los desiertos de La Pampa, Mendoza y de Río Negro y Neuquén los transformaron en un vergel productivo. Florecieron provincias como el Chaco y Misiones. Hoy, mientras se siguen hacinando las masas sin calificación laboral en los tres cordones de Buenos Aires y de la mayoría de las capitales de provincia, no hay argentinos que quieran levantar las cosechas de frutas de Mendoza, Río Negro y Neuquén, o trabajar las quintas del país: Tenemos que recurrir a nuestros hermanos bolivianos, chilenos, paraguayos, brasileños o asiáticos. Mientras hay 20 millones de pobres y “desocupados” a la espera de la dádiva.
Esa inmigración no reclamó escuelas, hospitales o seguridad social, crearon hospitales (italiano, español, alemán, británico, armenio, israelita), también escuelas, cooperativas y mutuales. Hoy todo se le reclama al ESTADO.

Política poblacional

Hasta la década del 40 (S.XX) entre el 70 y el 80% de la población argentina residía en las zonas rurales o pequeños pueblos. Hoy la ecuación está invertida. Se produjo el hacinamiento, el surgimiento de la villas de emergencia y miles de problemas. Entonces había pobreza, pero no miseria; hasta los pobres comían porque en el campo la comida nunca falta. Hoy hay miseria, gente viviendo en las calles y comiendo sobras, revolviendo basurales. Buenos Aires (Capital y conurbano bonaerense) y las capitales de provincia o algunas ciudades grandes del interior, se han tornado ingobernables. ¿Fue la fatalidad o la casualidad que provocó esto? No, la casualidad no existe, desde hace siglos se descubrió la causalidad. La miseria la crearon las malas políticas implementadas y las ambiciones de los políticos populistas (no populares) que se apoyaron y se apoyan en la aritmocracia (el gobierno o dictadura de los números). Por lo tanto, ningún gobernante se ocupó en repoblar el interior, porque siempre conviene tener masas informes para comprarlas y moverlas con fines electoralistas; más bien se dedicaron a destruir el interior y a provocar el desplazamiento hacia las ciudades grandes y la emigración de los más calificados. Ud. tiene la oportunidad, como lo hizo la Generación del ’80, de repoblar el interior y de devolverles la dignidad a esas masas de desocupados, reconstruyendo por lo menos esos 34.000 Kms. de vías férreas (no sólo 600 kms.), al estilo Keynesiano (con picos y palas), la mano de obra la tiene en abundancia. Esos millones se sentirán partícipes o constructores de la “Nueva Argentina”, se repoblarán los pequeños pueblos y se producirá la reactivación genuina del interior. Se despoblarán las rutas y disminuirán los espantosos índices de muertes en las rutas, se reabrirán los talleres ferroviarios, las fábricas metalúrgicas, la carpíntería, la industria eléctrica, tapicería, etc., etc., Las escuelas técnicas reverdecerán y la juventud desmotivada y ociosa volverá a tener horizontes y desafíos.

La educación

Para retornar a una Argentina grande habrá que recuperar la educación y llevarla al sitial que supo tener. No me extenderé en este tema, el que más conozco porque le dediqué 43 años de mi vida, pues su ministro de Educación, Lic. Juan Carlos Tedesco recibió, en propias manos mi propuesta, para alcanzar “Una educación de calidad para una sociedad más justa”.

Señora, vi en su esposo y en Ud. a dos personas que, con un pensamiento neokeynesiano, podían devolverle las esperanzas a viejos como yo, y crearles un horizonte posible a los jóvenes tan descreídos por los pésimos gobiernos que tuvimos entre 1966 y el 2001. No nos mande nuevamente “al bazar de los sueños rotos”. Siga adelante, rectifique los rumbos equivocados, con ideologías definidas, pero sin ideologismos fracasados e improductivos, sin resentimientos, sin voluntarismo, si no haciendo como la Generación del Centenario. Con la ayuda de Dios puede transformarse de política en estadista. Recuerde la diferencia: “El político es el que mira hacia la próxima elección, el estadista es el que mira hacia la próxima generación”.

Si lo hace, en vez de tener “un país chico para pocos” – como dijera su esposo en la UOM (jueves 3 de julio de 2008)-, tal vez mis nietos puedan disfrutar de “un país grande para todos”.

¡Dios guarde a la Señora Presidente muchos años!

Respetuosamente,


Juan Carlos Priora
Prof. en Historia
L.E, 5.480.781

4 comentarios:

Cristina Fornés dijo...

¡Profe, qué sorpresa y que alegría haberlo encontrado!
Espero que mi tocaya tenga la oportunidad de leer su carta. No tiene desperdicio.
Voy a poner un link de su blog en el mío. Dios lo bendiga. Saludos a Margarita. Cristina

Anónimo dijo...

Juan Carlos, se puede estar de acuerdo o no con tus apreciaciones, desde tan lejos me es dificil discernir, pero te banco a muerte. Sos un profe al cual siempre admire muchisimo.
Muchas gracias por no aflojar, seguir luchando y al mismo tiempo disfrutando de un tema que te apasiona.
Un abrazo,
Javier Krumm

Anónimo dijo...

Profe:
Despues del conflicto del campo, todas los consumidores de medios teniamos opiniones formadas al respecto y del gobierno. Es sabido que con la opinión pública no basta, el camino adecuado es el que ha seguido usted, invitando a la Presidente a reflexionar sobre sus propios dichos. No alcanza con hacer saber la voluntad del pueblo a través de los medios ya que esta puede estar plenamente dirigida.
Gracias por llevar a cabo la práctica de la democracia y de ejercer el derecho a la expresión en el canal adecuado.
Nos gustaría saber, además si recibió luego algun tipo de contestación o constatación de que su misiva fue recibida.
Victoria

Leandro Pena dijo...

Querido pastor, mi humilde opinión es que en estos tiempos ultimos que nos toca vivir no debemos ocuparnos de politica ya que Cristo esta a las puertas.

Invito a todos los hermanos a visitar el blog http://salidalcampo.blogspot.com y prepararse para salir a vivir al campo como lo indico la hermana White.

Maranatha!