viernes, 18 de septiembre de 2009

LA EDUCACIÓN ARGENTINA HOY: Diagnóstico y propuestas

DIAGNÓSTICO

Marcos Aguinis, comienza su reciente libro titulado ¡Pobre Patria Mía!, con esta afirmación:

“Fuimos ricos, cultos, educados y decentes. En unas cuantas décadas nos

convertimos en pobres, mal educados y corruptos. ¡Geniales!” (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 2009, p.9)..

Del 5 al 7 de agosto de 2009 se realizó en la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, el Tercer Congreso Internacional de Educación, tres colegas, doctores en educación que asistieron me pasaron esta evaluación:

“La semana pasada fuimos con Raúl y el Dr. Fulano a un congreso internacional de educación a Santa Fe. Como siempre, esos eventos soy muy ricos en información. Pero los tres salimos convencidos de que en la educación como en política, la economía y otras áreas, hay una gran confusión. Nadie sabe muy bien a dónde vamos y qué hay que hacer para solucionar lo que le pasa al mundo. Y si ni los educadores tienen una orientación, ¿qué se puede esperar del resto de la población?”.

Por otro lado, escuché a un adolescente reporteado en la TV diciendo:

“Creen que somos delincuentes, que somos inútiles, pero en realidad estamos confundidos. No sabemos para qué estamos, ni qué hacer. Estamos aburridos y no sabemos a dónde vamos. No es que seamos malos, pero no tenemos rumbo”.

La Dra. en educación que me pasó esta evaluación terminó su mensaje con estas palabras:

“Este jovencito, no pudo haber pintado un panorama más claro. Y esa misma sensación tuve luego de haber escuchado a gente muy erudita en su especialidad. Contradicciones, discursos vanos, horas de palabras hilvanadas sintácticamente, pero vacías de significado”.

PROPUESTAS PARA SALIR DEL LABERINTO o IDEAS FUERZA:

  1. ¨Educar al soberano”. (D.F.Sarmiento)
  2. “Gobernar es poblar” (J. B. Alberdi)
  3. “Orden y progreso” (J. A. Roca y la Generación del 80)
  4. “No hay excelencia sin exigencia” (Jaime Barylko)
  5. Pedagogía del esfuerzo y del trabajo
  6. “Sin disciplina, ni a los pájaros les crecen las alas” (Dr. Jaime Barylko)
  7. Derechos acompañados de deberes o responsabilidad
  8. Ascenso por méritos (favorecer la meritocracia)
  9. Acceder a todos los cargos públicos, particularmente de conducción, por currículum, con examen de oposición.
  10. Sí a la exigencia, no al facilismo
  11. Sí a la cooperación solidaria, no al darwinismo social
  12. Sí a los modelos, no a los ídolos
  13. Concientizar a quienes optan por la docencia, que se trata de una vocación, no tan sólo de una profesión. Deberán, pues, ser Maestros, no simples trabajadores de la educación.
  14. Aceptar que la escuela, aunque no debe desentenderse del resto de la realidad social, no es, esencialmente, ni un reformatorio, ni un organismo de contención social, ni un comedor escolar; es un lugar para “aprender a aprender”.
  15. Mirar e imitar a los pueblos socialmente exitosos, no a los ideologizados fracasados
  16. Mirar a los países verdaderamente progresistas (son aquellos en los que todos los habitantes disfrutan de la mayor cantidad de bienes, materiales y culturales) como: Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Canadá.
  17. Cambiar la “cultura cromañón” o “boliche”. En éste aspecto, como en otros, la escuela debe hacer contracultura.
  18. Tomar conciencia de que todo ser humano necesita recreación (renovar energías) y no diversión (gastar energías o disipación)
  19. Comprender que la educación, tanto de gestión estatal como privada, son necesarias y complementarias. Ambas deben desarrollar su acción en un marco amplio de pluralismo ideológico, pero seriamente supervisadas para garantizar la calidad.
  20. Puesto que el hombre es una unidad biopsicosocialespiritual indivisible (unidad sellada), la educación de calidad deberá desarrollar, armoniosamente, esas cuatro áreas.
  21. Bregar por una educación que, desde los niveles primarios, pasando por la enseñanza media y concluyendo en los terciarios y universitarios, habiliten para una salida laboral cierta, dando preferencia a las modalidades técnico-industrial, que conduzcan hacia los oficios y la producción
  22. Favorecer las carreras, cortas y largas, que cubran las necesidades reales de cada país, sin descuidar las artes, las ciencias humanas y los valores trascendentes transformadores..
  23. La educación de calidad deberá incluir:
    1. La idoneidad ética y profesional de los funcionarios de todas las jurisdicciones y niveles (ministros, secretarios, subsecretarios, directores, supervisores, personal directivo, docente y auxiliar) que accedan por idoneidad (calidad de persona, formación, trayectoria, méritos, y por concursos de antecedentes y oposición) y no por otras razones. Por supuesto, se respetará la cosmovisión de la institución (de gestión estatal o privada) dentro de la que el docente aspire a prestar sus servicios.
    2. Que los establecimientos cuenten con la estructura edilicia adecuada para cada nivel, o sea con las dependencias y los servicios que hacen a la dignidad del ser humano que los habite (personal y alumnos).
    3. El equipamiento material acorde con el S. XXI.
    4. Repetimos, los servicios de apoyo indispensables: Gabinete de orientación familiar, escolar y psicopedagógico (que incluya orientación para el aprendizaje y orientación prevocacional [ 6º o 7º grados, 3ero. Secundario]; vocacional y laboral [y espiritual para los colegios confesionales]), todos los cargos incluidos en la planta funcional subvencionados; laboratorios de idiomas, de ciencias (contables, naturales, física y química), de computación, aula para las ciencias sociales y talleres para la enseñanza de oficios; gimnasio y auditorio de uso múltiple. Biblioteca con acceso a Internet.

En relación con los docentes, esta es la propuesta:

    • Carrera docente: Se promocionará la educación continua, en servicio o con licencias (bien reglamentadas, año sabático), ofreciéndole al docente actualización, perfeccionamiento y capacitación de calidad y gratuita, no mera acumulación de “cartoncitos” detrás de los cuales no hay una formación sólida. Acceso a los cargos de conducción por concurso de antecedentes y oposición.
    • Remuneración: Acorde con la recuperación del estatus de respeto y dignidad propuesta precedentemente. Se sugiere una especie de “ley del enganche”: O sea que la remuneración esté en relación proporcional –de acuerdo con el cargo desempeñado- con el sueldo del ministro del área o de los legisladores nacionales.
    • Régimen jubilatorio: Considerando la doble carga laboral que tiene un docente (en el aula y en su casa [un docente responsable, que aplica las técnicas más eficientes en su tarea, necesita trabajar en su casa por lo menos el doble de la carga horaria que tiene fuera de la casa]) y el desgaste psicofísico que esa profesión conlleva, se propone que la jubilación opcional sea con 25 años de servicios, sin límite de edad, con el 82% móvil de remuneración, y obligatoria a partir de los 30 años o más de servicios, con 60 años de edad (para los varones, menos para las mujeres), con el 85% móvil.

Con estas ideas fuerza llevadas a la acción y acompañados por todos los sectores de la sociedad: Familia, escuela, dirigencia de todos los sectores (incluida la sindical), el Estado y la Iglesia, estaremos en condiciones de recuperar a la Argentina del Primer Centenario e incluso mejorarla.

Cuando Domingo Faustino Sarmiento asumió como presidente de los argentinos (octubre 1868), lo primero que hizo fue levantar un censo (1869) para saber cómo estábamos. Ese censo arrojó los siguientes resultados: 82% de la población era analfabeta y el 79% no sabía escribir. El nivel cultural de los inmigrantes era similar. ¿Qué hizo Sarmiento, ocultó las cifras, las disimuló? NO, se puso a trabajar. Cuando asumió la presidencia había 1.082 escuelas, cuando terminó el mandato, 1.816; el alumnado primario pasó de 30.000 a 100.000 niños escolarizados. Los docentes de 1.778 a 2.768.

Cuando la Argentina se integró en 1861, después de Pavón, estaba casi todo por hacer, pero los tres primeros presidentes y luego los presidentes positivistas de la Generación del 80, lo hicieron, posicionando a la Argentina como la primera nación en Latinoamérica, la 3ª en educación y cultura en el mundo y séptima potencia mundial. Esa fue la Argentina del Primer Centenario (1910). Nos admiraban en Europa: Vicente Blasco Ibáñez (Español): Argentina y sus grandezas. George Clemenceau (francés): La Argentina del Centenario. También en América: José Vasconcelos, mexicano (La raza cósmica), Juan José Arévalo, guatemalteco (La Argentina que yo viví), James R. Scobie, EE.UU.(Buenos Aires del centro a los barrios), Rubén Darío (nicaragüense, con su “Canto a la Argentina”), etc.¡Por supuesto que había asimetrías y exclusión! Y hoy, ¿no las hay? Entonces había pobreza, hoy también hay pobreza, pero además, indigencia, miseria y exclusión extremas. Con un agregado: hoy no estamos ni primeros, ni terceros, ni séptimos, sencillamente NO EXISTIMOS PARA EL MUNDO DESARROLLADO.